La angiotensina II es la principal molécula efectora del RAS. Provoca aumentos de la presión arterial, influye en los túbulos renales para retener sodio y agua y estimula la liberación de aldosterona de la glándula suprarrenal. Además de ser un potente vasoconstrictor, la Ang II también ejerce actividades proliferativas, proinflamatorias y profibróticas.

El hígado crea y libera una proteína llamada angiotensinógeno. Luego, la renina, una enzima producida en el riñón, la descompone para formar angiotensina I. No se sabe que esta forma de hormona tenga ninguna función biológica particular en sí misma, pero es un precursor importante de la angiotensina II.

A medida que pasa por el torrente sanguíneo a través de los pulmones y los riñones, se metaboliza aún más para producir angiotensina II mediante la acción de la enzima convertidora de angiotensina.

Hay cuatro formas diferentes de angiotensina y se indican con números romanos: angiotensina I a IV. La angiotensina II es la forma principal y activa de la hormona. Si su cuerpo tiene muy poca o demasiada angiotensina, puede afectar su salud.

Los médicos utilizan una forma sintética de angiotensina II por vía intravenosa para el tratamiento del shock séptico y otras formas de shock que causan presión arterial baja en adultos.

Si bien la angiotensina II tiene una serie compleja de efectos en el cuerpo, los resultados principales son un mayor volumen sanguíneo, un aumento de la presión arterial y un aumento de los niveles de sodio (sal). La angiotensina II se une a varios receptores en todo el cuerpo, afectando muchos sistemas y funciones diferentes, que incluyen:

Estimular la liberación de aldosterona de las glándulas suprarrenales, lo que hace que el cuerpo retenga sodio y pierda potasio a través de la orina.

Aumento de la presión arterial mediante la constricción (estrechamiento) de los vasos sanguíneos.

Desencadenando la sensación de sed a través del hipotálamo.

Desencadenando el deseo de sal (sodio) a través del hipotálamo.

Estimular la liberación de hormona antidiurética (ADH o vasopresina) de la glándula pituitaria, lo que hace que los riñones reabsorban agua.



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